05/08/2019
Una de las grandes amenazas para muchas de nuestras frutas y verduras es la presencia del etileno. Esta hormona vegetal natural es la responsable de la maduración de los frutos, provocando que éstos cambien de color, obtengan una textura más blanda y desarrollen su sabor y aroma característicos.
Dentro de las diferentes clasificaciones que se pueden aplicar a la fruta, existe una que permite clasificarla entre climatéricas y no climatéricas.
Las climatéricas incrementan de forma significativa el ritmo respiratorio y producción de etileno durante la maduración, en cambio, en las no climatéricas los procesos de maduración son continuos y graduales.
Pese a esta diferenciación, si se juntan las frutas climatéricas con las no climatéricas, la emisión de etileno afecta igualmente a todas. Por ello, un factor muy importante durante el periodo de postcosecha es distinguir entre ambos tipos para transportarlas y almacenarlas por separado.
Efecto del etileno en el banano, aguacate y mango
Como ya hemos comentado el etileno es el causante de los cambios en la textura, consistencia, color, sabor y otros procesos involucrados en la maduración de los frutos climatéricos.
En este caso nos vamos a centrar en el banano, los aguacates y los mangos y el efecto que produce en ellas este gas. Al ser frutas climatéricas muestran un volumen de producción y de sensibilidad considerablemente mayores como consecuencia de la actuación del etileno.
Banano
Es una de las frutas más sensibles. No tiene un umbral de sensibilidad, de hecho, cualquier cantidad de etileno, por pequeña que sea induce a la maduración.
Aguacate
Mango
Uno de los principales objetivos de Ozeano es ofrecer soluciones para conservar de forma eficiente las frutas y las verduras durante la fase de almacenamiento y transporte refrigerado.
Los filtros absorbentes de etileno que desarrollamos son ideales para mantener los productos frescos en óptimas condiciones durante su transporte. La maduración se retrasa gracias a que los gases, al pasar a través de una mezcla de arcillas porosas que están dentro del filtro, se van incorporando al mismo y mediante un proceso de oxidación, se convierten en sólidos inofensivos y se eliminan del ambiente inmediatamente.
Recomendaciones desde Ozeano para reducir la exposición al gas etileno:
En conclusión, el control de los niveles de etileno en las frutas será clave para reducir las pérdidas durante el periodo de almacenamiento de las mismas.
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